Omar es uno de los jóvenes migrantes marroquíes que, como bien apunta Juanjo Aragón, voluntario de Elkarri Laguntza -Apoyo Mutuo y amigo de Omar, habitan en los márgenes del cuadro. Llegó aquí escondido en los bajos de un camión hace poco más de un año y continúa siendo un ciudadano «ilegal», sin papeles ni derechos. Quiere trabajar, pero no puede. Ha vivido en la calle, ha pasado hambre, frío y mucha soledad, sobreviviendo en una ciudad en la que, poco a poco, y gracias a la ayuda y apoyo desinteresado de gente como Juanjo, va saliendo adelante manteniendo su dignidad.
Hoy hemos tenido la oportunidad de charlar con ambos y nuestro alumnado ha podido trasladar sus dudas, sus percepciones, en la que , sin duda, ha sido una experiencia de sensibilización muy enriquecedora. A través de sus dibujos tenemos la oportunidad de descubrir sus emociones, su miedo, su dolor, pero también sus anhelos y esperanza. Con ellos trata de mitigar el tedio y la monotonía de las largas horas del día inactivas en la calle, canaliza sus emociones y su cordura, permitiéndole sentirse útil y vivo, a la vez que consigue agitar nuestras conciencias.
La exposición permanecerá esta semana y la próxima en la biblioteca del edificio LAGO.





